Su dieta se basa fundamentalmente en insectos, gusanos y larvas. Gracias a su largo pico con forma curva, pueden explorar el terreno y materia vegetal en busca de alimento fácilmente. El dimorfismo sexual no es muy acusado, aun cuando parece que la hembra es de coloración algo más apagada que el macho.
La reproducción comienza en abril y continúa hasta julio. El nido es construido en agujeros de árboles y en muros cerca del suelo. La puesta es de unos 7 huevos y como dato curioso la abubilla no limpia los excrementos del nido, al parecer para desprender mal olor, como estrategia de defensa hacia sus depredadores.
El vuelo de la abubilla delata enseguida el color blanco y negro de sus alas. Se desplaza pequeños tramos, posándose en arbustos, en postes, muros, tejados etc…, siempre cerca del suelo. No suelen verse en grandes grupos, más bien se suele ver a uno o lo más dos ejemplares juntos. El reclamo es un repetitivo “up-up-up” suave y aflautado.
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